Así, sabemos que...
La tradicional Cúpula del Vaticano, con sus ochenta metros de altura, es la más alta del mundo.
La cúpula de Santa
Maria Dei Fiore, en Florencia, es la primera en la que se desarrolló un
sistema constructivo especial, ya que es una estructura difícil que necesita un
andamiaje complejo.
También, quienes han tenido el privilegio de viajar a
Moscú se han maravillado con el conjunto de cúpulas de la Catedral de San Basilio, que data del 1555.
Los detalles e historia de estos emblemáticos edificios
podemos encontrarlos con abundancia de fotos en cualquier encyclopedia. Sin embargo, mucho más cerca -en nuestra Buenos Aires-
si miramos al cielo, descubriremos con asombro que tenemos algunos edificios en
los que se destaca el coronamiento en forma de cúpula o con inclusion de
bellísimos relojes.
Quien camine por Ayacucho y Rivadavia, no debe perderse el
edificio de influencia Catalana
Gaudiana, obra del arquitecto argentino Enrique Ortega. En éste se destaca una increíble cupula de tres alturas, con terminación de cupulín en forma de cebolla, y el detalle de las 952 piezas de vidrio espejado que cierran las ocho ventanas
ovales.
En algunos otros edificios, como el de Avenida Pueyrredón y
Avenida Corrientes, también se agregan esculturas aggiornando la cúpula superior.
También tenemos en la ciudad otros detalles
decorativos como los relojes. En el que fue originariamente el edificio de La Prensa, con
neta influencia de la Escuela de Arte de Paris, -hoy Casa de la Cultura- se
incorporó como terminación de la fachada un reloj. La sirena sonó por primera
vez cuando asesinaron al rey Humberto I de Italia.
Los relojes en la fachada son característicos de una época
en la que no se llevaba reloj de muñeca. La única referencia estaba en estos edificios que, en general, podemos encontrar en la zona del microcentro porteño.
Con el paso del tiempo, y por la dificultad en su construcción, las cúpulas -símbolo de majestuosidad y también de espiritualidad
en las iglesias, "Dios está arriba y nos mira”- se han ido dejando de construir.
Por ello, son joyas a las que vale la pena prestarle atención. Son todo un símbolo de una época majestuosa de Argentina y están ahí, a la vista,
a un pasito quizás de nuestro recorrido habitual. Muchas veces no alcanzamos a darnos
cuenta de lo privilegiados que somos por tenerlas.
Hay muchos ejemplos más, te invitamos a indagar y
descubrirlos.
Cuál es tu cúpula preferida en Argentina? Y en el mundo?
0 comentarios:
Publicar un comentario